Ahora el arroz ya está casi listo para meterlo en el horno. En éste paso solamente queda añadir los garbanzos, el arroz y el agua. Para que el arroz salga bien hay que usar el doble de cantidad de agua que de arroz. Si hacemos un arroz al horno con cuatro tazas de arroz, se añaden ocho tazas de agua. Siempre se mantiene ésta relación independientemente de la cantidad de arroz o comensales. Después de verter el agua en la cazuela de barro se añaden los garbanzos. Puedes usar nuestra receta cómo guía a la hora de añadir los garbanzos, pero la cantidad depende de tu gusto. Hay muchas personas a las que no les gustan tanto los garbanzos por lo que puedes usar menos en éste caso.
Tras añadir los garbanzos se añade el arroz. Igual cómo en el caso de la paella se puede usar la espumadera para que el arroz quede bien repartido por toda la cazuela de barro. Cómo último paso en éste apartado sólo queda posicionar la cabeza de ajo en el centro de la cazuela. El ajo le dará un buen sabor al arroz. Al posicionarlo en el centro se repartirá su aroma en todas las direcciones. Una vez que el arroz al horno esté listo será también un elemento decorativo. Hay personas que a la hora de comer el arroz al horno se comen también los dientes de ajo, pero no es necesario. Es recomendable añadir sólo un diente de ajo a cada plato. El que quiere más puede repetir. En la siguiente página verás el último paso (decorar el arroz al horno) antes de meter el arroz en el horno.